lunes, 6 de marzo de 2017

Malquerencia

Todo lo que ahora nos une,
deseo, esperanza, goce,
se convertirá en profunda malquerencia.
Esas raíces nuestras
que buscaban sitio, su sitio
en una tierra seca, inhabitable,
se han abrazado sedientas
tras encontrarse y experimentar placer,
sorpresa
y, al fin, miedo.

Nuestras pasiones
se necesitan todavía.
Necesitan sostenerse en algo más
que en una tierra triste

Temen a la soledad,
a la inútil soledad de los baldíos.
y se aferran unas a otras.
Se estrangulan casi.
Se hacen daño.
Empiezan a odiarse.

Algún día llegará el olvido,
pero será después de un doloroso viaje
en los vagones del resentimiento.
Lo sabemos. Lo sabemos.
Pero ahora nos necesitamos.

El odio, al fin y al cabo,
también es una gran pasión.

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