Los
sueños me persiguen.
Algunos quieren verse realizados
y
ufanarse de ser sueños cumplidos.
Es
estúpido el orgullo de esos sueños.
Es
estúpido, asimismo, el orgullo de los soñadores
que presumen de haber cumplido sueños.
Lo
mejor de los sueños es soñarlos.
Yo
en mi vida he cumplido muchos sueños,
es
verdad,
pero hago como si no hubiera sido así.
Y
así, cuando estás entre mis brazos
y
me dices que me amas
y
que eres feliz porque me amas,
procuro ensoñarme en que te siento
a
la vez que siento que me besas
y
que eres feliz al amarme
porque
también yo soy feliz
al ser amado por mis fantasías.
Prefiero
soñarte, pues en ese punto,
el
de los besos valientes y los vientres deseados,
todo
lo que no es ensueño es obsesión.
No hay mejor realidad que la soñada.
Suéñame y te soñare.
Te soñaré para
que nunca nunca renuncies a soñarme.
PS.- Debo admitir que es también es agradable
cumplir algunos sueños, aunque eso suponga olvidarlos, fatalmente. Ah, pero
solo algunos, o sea, la mayoría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario