Abre los ojos, amor mío,
amanece ya
y entre las flores y las ramas
más allá de la ventana
se oye aun el gorjeo
del último ruiseñor,
un rezagado
que canta casi a nuestro lado,
y pronto le relevará
otro pájaro cantor mañanero
y llegará la luz
tamizada entre los verdes
y estallará la vida
en luces y en verdes
y en gorjeos
y cuando el sol
alcance a nuestros cuerpos
sentiremos
todo el calor de la vida
como esta noche
hemos sentido todo el calor
de nuestro único y generoso amor.
Abre lo ojos, amor mío,
abracemos esa vida
que viene a brindarnos el día
cada día, día a día,
un día más.
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