jueves, 21 de abril de 2016

Hablaremos después

Le llaman sexo oral,
pero hay que callar para gozarlo.
Con lengua, pero sin voz,
despierta la humedad con fuego.

Besando tus enigmas 
con los ojos cerrados 
me embriago de luz 
y me pierdo en tu cuerpo que palpita todo
para sentirme hallado.  

La savia del árbol de la vida
se derrama tibia entre tus labios
y hay lágrimas de felicidad
cayendo de tus ojos.

El amor es líquido. 

Hablaremos después,
enamorados. 









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