miércoles, 27 de enero de 2016

¡Guapo! ¡guapo!


Una muchacha gritó
¡Guapo! ¡guapo!
Y todas, todas, volvieron la cabeza.

Blau d’hivern


Ple de plata l’aire,
aquell blau d’hivern
era fet de mar
i era fet de cel
quan junts aplegàvem
delicats moments:
sota un núvol blanc
dolços petonets 
que es feien salats
en sentir carícies 
de mar i de vent.

Tots dos erem aigua,
erem aigua i cel
com el mar mateix.

Jordi Rueda

jueves, 21 de enero de 2016

Llovía en Châteauneuf-du-Pape

Aquella tarde en Châteauneuf-du-Pape
llovía.

Aquella tarde de invierno 
no había cielo sobre el aire gris
pero tus manos se acoplaron a las mías
y la ilusión centelleó en tus ojos.

El vino felizmente compartido
avivó los recuerdos
y los recuerdos despertaron los ensueños. 

Un vino espeso, 
un verano, 
nos espesaba la sangre
y la lluvia resbalaba
por el tiempo

La nostalgia entrecerró tus ojos,
y los míos,
pero la lluvia del invierno no es como la lluvia del verano.
El gris sucede al gris... 
y no hay remedio.

Aquella tarde de invierno
nos dimos algunos besos,
besos de sabor espeso
como el vino de otro tiempo.

Llovía en Châteauneuf-du-Pape
aquella tarde de invierno.


Jordi Rueda

domingo, 10 de enero de 2016

En el nudo de una cuerda loca

Vivía en el nudo de una cuerda.
atrapado,
soñando en que una loca
me quisiera desatar.

Las cuerdas cuando están cuerdas
siempre te quieren atar,
mientras las locas muy locas
aunque te aten igual
suelen dejar cabos sueltos
para poderte soltar.

Pero las cuerdas, a veces,
se desatan como locas
para invadir con pasiones inconfesas
el cuerpo expugnable del atado.

Átame, cuerda loca.
Átame con la fuerza dulce de tus besos.
Hazte un nudo conmigo,
apriétate a mi como nunca haría una cuerda,
sin dañar.

Las locas a veces se acuerdan de ser cuerdas
y te atan con nudos insólitos
que solo con locura podrían haber imaginado.

Si quieres estar atado
es preferible una cuerda
de cordura temporal.

Si las cuerdas se desatan, te quieren desatado
para atarse a ti y volverse locas
o sueñan atarte a ellas
al volver a la cordura
que no quieren recobrar.

Desátame, cuerda, ya no quiero estar atado,
desátame pronto, antes de que pierdas los cabos
--los perdamos--
y tengamos que esperar a que el tiempo afloje el nudo.


viernes, 8 de enero de 2016

Laberintos conexos



Caminaremos por nuestros pensamientos
buscando una salida que no lleve a la locura
Y hallaremos, a menudo, las puertas del vacío,
ese dulce vacío de la gente acomodada,
que no produce vértigo,
o quizá el acceso a un laberinto
que no es tuyo…
Un hermoso laberinto que ya nunca nunca nunca será ajeno
porque preferirás perderte en él
a perderlo.

Hay en tu cabeza un laberinto
y otro en la mía
que parecen conectados,
perfectamente conectados,…
y al salir de uno entras en otro
y se hace inevitable esa jaqueca
que algunos llaman amor.

Pero, ay, es tan bello no tener escapatoria
y estar así, atrapados en nosotros mismos,
alegres, libres del mundo,
perdidos en la enajenación compartida,
disipando los sentidos y las mentes,
arropados por la fantasía,
sin frío.

En realidad ya sabíamos que algún día,
ese día al que llamamos nunca, nunca, nunca,
hallaríamos dos abismos
porque las bocas de nuestros laberintos
no querrían besarse más.

Así no puede funcionar el mundo, nos decían.
Al carajo el mundo, respondimos.
Volveremos a él algún día, pensamos sin convicción.
Pero… ay, pronto volvimos.

Jordi Rueda

Ulls

Llum. Mel. Tu.
Jo?
Potser.

Jordi Rueda