es conveniente para el
cuerpo y el cerebro.
En días de calor intenso nos
exime
de tener que soltar
maldiciones al bochorno
Las siestas de verano son
como un acceso al limbo
para huir del calor que
nos asfixia.
En las siestas de verano
bullen sueños.
Son, a veces, las siestas más lúcidas del año:
Son, a veces, las siestas más lúcidas del año:
conservamos la inquietud
estando quietos
y trocamos el sopor en un
empeño:
renovar el magín con las imágenes
que nacen en el breve sueño.
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